lunes, 25 de julio de 2011

Aclimatación 4/4. C.H. Poqueira - Mulhacén

Aclimatación 4/4. C.H. Poqueira - Mulhacén

Cuarto y último ejercicio de aclimatación (en la península ibérica). El viernes nos vamos a Francia, a los Alpes, a intentar subir el Mont Blanc. Allí, el primer día, tendremos otro ejercicio de aclimatación en Aiguille du Midi.

Pero ahora, lo que toca, es contaros la crónica de la que ha sido la etapa mas dura de los cuatro ejercicios de aclimatación que hemos llevado a cabo en Sierra Nevada.

Nada que ver, mucho que ver.

Salimos de Sevilla, María, Sergio, Francis, Rafa y un servidor, el viernes sobre las 19:30, para llegar a tiempo a cenar en el restaurante Guillermo, del que ya os hemos hablado en mas de una ocasión. ¡Cómo nos pusimos de comer! Eso sí, el vino peleón, peleón.



Como advertimos en la crónica anterior, este ejercicio sería la leña,... y así fue.
Hicimos noche en la Central Hidroeléctrica del Poqueira, pero no la que está ubicada en la misma Capileira, fundada en 1956, sino la fundada en 1957 un poco mas arriba.


Al despertar, María y Sergio subirían en coche hasta la Hoya del Portillo para hacer la ruta que venimos haciendo normalmente.
Francis, Rafa y yo iríamos por el sendero PR A 23, que sube el barranco del Río Poqueira.
Nada que ver una ruta con la otra, mucho que ver por este sendero en el que vamos acompañando al río en su descenso mientras nosotros subimos en busca de su origen.
Grandes repechos de subidas, a veces llanos y pequeñas bajadas, mucha frondosidad, mucha vegetación, mucha sombra (cuánto se agradece), mucha fauna, muchos caminos que se desvían hacía varios cortijos.





Lo dicho, nada que ver, mucho que ver.

En un recorrido en el que tardamos casi tres horas hasta llegar al refugio del Poqueira, donde habíamos quedado con Sergio (María seguiría por la pista para esperarnos en la loma del Mulhacén), las dos primeras horas se pasaron volando, a pesar del esfuerzo de la subida. En la última hora, nos desvíamos en busca del Refugio y cogemos bastante altura, nos separamos del río, el sol hace acto de presencia y el camino se hace un poco mas pesado.

Llegamos al refugio practicamente al mismo tiempo que Sergio, que nos había visto desde la pista.



Tiempo para un merecido descanso. Tras una breve visita al refugio ¿hotel? del Poqueira y unos refrigerios acompañados de una tapa de arroz, nos volvemos a poner en marcha, en busca otra vez del río.
De nuevo, el sendero se hace mucho mas ameno, el sonido del río ayuda a que los pasos sean menos pesados, ver caer el agua de las cascadas, el deseo de meterse en una de las piscinas naturales que se formaban...



Eso sí, camino muy exigente, en constante ascenso.
Llegamos al valle donde hay ya varias lagunas y desde donde ya se puede apreciar la loma del Mulhacén, estamos practicamente en el circo de la caldera. Último esfuerzo hasta alcanzar la pista, donde nos llevaba esperando María ¡dos horas!
Ahora sí, después de subir unos 1.600 metros de desnivel, nos queda la pala, 400 metros de desnivel para llegar a la cumbre. Muy duro, pero como dijo Rafa, al final, se sube. Podemos tardar mas o menos, pero paso a paso, terminamos llegando.




¡Cumbre! ¡Por fín! Ahora a comer y tomarnos una merecidísima botella de vino y... ¡siestón! Dos horas y media de siesta. Siesta de pijama, como se suele decir.

Tiempo para las fotos y charlar con nuestros amigos del Club Elbruz, Sepu y Elvira, a los que aún les queda un fin de semana mas de aclimatación para preparar su expedición a Ecuador. ¡Mucha suerte amigos!

Pronto llega el atardecer, que nos deja imágenes de las que nunca te cansas.




Me quedo con la curiosidad del porqué hay tantos refugios vivac en la cumbre y es que, al parecer, según dicen, estaban hechos para los encargados de hacer la triangulación de los vértices entre el Mulhacén, África y Alicante... o algo así.
También me fijé en algunas reseñas que estaba hechas sobre el hormigón o sobre las piedras cercanas, como un '42'
o una letra 'B'...
Su significado tendrán, y sino, que cada uno le busque el suyo...

Por último, decir que hay que tenerla de cemento armado para cometer un delito como es hacer pintadas en el vértice geodésico y además hacerlo acordándose de Zapatero y Rajoy. Hay gente 'pa to'.



Que crónica mas extensa está saliendo, pero es que la leña no es para menos.
Domingo, día de vuelta a casa, y puestos a cambiar, tomamos el camino de la pista en su totalidad. Según ha podido comprobar Paco, la distancia en kilómetros es la misma que por el sendero que lleva al Poqueira, pero lo que es innegable es que, la sensación es de un camino mucho mas largo, mas pesado, mas monótono, mas feo, interminables curvas hasta llegar al mirador con las pantallas que te detallan lo que estás viendo. Bajada por el cortafuegos, el 'bosque encantado' (María dixit) y el coche de
Aplik2. Gracias por tus servicios 'Suzi'.

¡Por fin en casa!

¡Y recordad! El Miércoles fiesta de despedida en el
Sanzara.
Y el viernes... ¡camino del Mont Blanc! Ufff.

Resto de fotos
aquí.

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